Después de unas desastrosas experiencias en mi ciudad natal, me decidí a probar suerte y contacto con Dómina Venus.
La sensación de cercanía y de profesionalidad que me transmite en el contacto telefónico, me hizo decidirme a concretar una sesión, por lo que saqué el primer billete de AVE con dirección a Barcelona.
Tras recibirme en una auténtica mazmorra de BDSM, quedé sorprendido de la Diosa a la que tenía el privilegio de estar a su pies.
Me ordena besarle los pies a lo que me arrodillo sin dudarlo y con deseo, tratándola con delicadeza, no paro de adorarla. Me obsequia con su saliva directa en la boca y a continuación me ordena que me tumbe boca arriba porque necesita hacer deporte y es hora de practicar trampling.
La visión desde el suelo del cuerpo de Diosa no puede ser mejor y sentir todo su poder sobre mi torso, cuando decide apoyarse en un mueble y empieza a usarme de trampolín, salta sobre mi torso y el dolor se transforma en placer.
Más tarde, cuando decide parar, me ordena ponerme de rodillas y con una copa me da a beber de su champán, el cual disfruto gota a gota y me sirve 3 copas.
Otra vez me ordena tumbarme porque quiere terminar de darme de beber de sus sabroso champán. Está claro que si no derramó ni una gota lo mismo tengo premio y no seré castigado. De golpe me suelta un guantazo por si no me ha quedado claro y termina de regalarme su divino champán directo a la garganta donde no paro de tragar sin parar de beber.
A continuación como premio me ordena adorar su precioso trasero, en ese momento no me puedo creer que me permitiera semejante privilegio a lo cual me esfuerzo en que mi nueva Ama quede satisfecha y le doy la gracias por ser tan generosa conmigo.